El verano ya está aquí, la verdad es que con este calor… ¡Es más fácil pasar el día en remojo! Así que seguro te estás preguntando cómo enseñar a nadar a un bebé.

Pero como bien sabéis con un bebé no es siempre fácil esa transición del medio seco al medio acuático. Por lo general les gusta el agua pero a veces se puede convertir en algo complicado. Está claro que un bebé de seis meses no nadará pero sí podemos acostumbrarle a estar sumergido para que en algún momento alrededor de los doce meses aprenda a flotar y a moverse como pez en el agua. ¡Cuidado, no es recomendable intentar poner en una piscina a bebés menores de 4 meses!

A Niña Preciosa le encanta chapotear en el agua y pasarse buenos ratos en la piscina, a veces se hace un poco complicado sacarla, pero yo me deleito viéndola enrolladita en su toalla para bebés.

¿Cómo enseñar a nadar a un bebé?

Incluso si tu bebé es un amante del agua hay que tener en cuenta algunas reglas para hacer lo más placentero sus primeros encuentros con la piscina o con el mar.

  1. ¡Siempre acompañado de la gente que reconoce! Mamá, papá, mejor que os mojéis vosotros con vuestro bebé que el primo del pueblo. Se sentirá más seguro y el entrar agua no le parecerá un elemento de separación. Ya sabemos que a veces se está bien en la tumbona pero… un esfuerzo extra vale la pena
  2. ¡Hazlo un juego! Ríe, sonríe, establece una rutina de juego y siempre que haya un pequeño susto, como por ejemplo agua en la cara, evita hacer un drama y felicítale por lo bien que ha aguantado esa embestida.
  3. Las sesiones de agua no deberían superar la media hora, es suficiente para empezar a acostumbrar al bebé.
  4. Si quieres y tu bebé lo tolera puedes sumergirle la cabeza, pero no más de tres veces en media hora y siempre avisándolo, por ejemplo, contando hasta tres y soplándole en la cara. Sumérgete tu con él o alterna el movimiento para que le parezca un juego.
  5. Evita que el agua esté muy fría o muy caliente. Ya sé que es imposible controlar la temperatura de una piscina, pero no pruebes a meterlo en un agua que te no parece confortable para ti.
  6. Si vas a probar la aventura de nadar en el mar: evita días de mucho oleaje.
  7. Enseñale movimientos, como por ejemplo a mover las piernas, acompaña ese movimiento varias veces e intenta que el bebé lo replique.
  8. En especial si leéis este artículo en invierno pero como advertencia en general no dejéis a vuestros bebés pasar frío, en cuanto salgan de la piscina enrolladlos en una toalla, como por ejemplo la capa de baño Maminebabá.
  9. Y sobre todo: HAZ DE ESE MOMENTO UNA EXPERIENCIA AGRADABLE.

¡Ahora: al agua patos!

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